domingo, 16 de junio de 2013

Condición Tipo 3

Si yo no hubiese venido a Idanha, nunca habría conocido a Gina. Ella es y siempre será mi querida amiga, mi compañera de largos noches de estudios, mi hermana mayor que me dice lo que debo evitar hacer. Si no la hubiese conocido, mis días habrían sido más tristes, más vacíos, menos completos porque siempre sentiría que faltaba algo en mi vida.
¿Qué habría pasado conmigo, en aquellos días en que me sintiera triste si no hubiese hablado con ella? Estar con ella me haz sonreír, me haz olvidar de todo, me haz pensar que en el mundo solo hay buenas personas, como ella.
Tuvimos situaciones en que nos aburrimos una con la otra porque somos muy diferentes pero ambas queremos lo mismo, que la otra sea feliz y se torne alguien muy especial que consiga marcar la diferencia. Si no hubiésemos tenido todas estas divergencias, no nos habríamos conocido psicológicamente, tan bien. Basta un suspiro, una sonrisa más disfrazada, un movimiento diferente, una sola palabra para que sepamos lo que está pasando. ¿¡Increíble, no!? Esto es la verdadera amistad que nos une y siempre nos irá unir.
¿Cómo habrían sido mis largos noches de estudio si ella no estuviese conmigo? No me imagino pasando sin sus palabras de conforto que me ayudan a tener fuerza para seguir estudiando; pasar sin sus chistes que tanto me hacen reír y estar bien dispuesta.
¿Cómo habrían sido las clases de contabilidad si ella no estuviese ahí conmigo para explicarme los ejercicios?
No hay palabras que describan lo que siento por ella. Le quero tanto bien como a mí y nunca voy a encontrar alguien como ella. Ella me hace sentir que lo consigo todo y me hace sentir un poco más feliz. Ella es mi puerto de abrigo a quién le cuento todo y ese todo, lo pone en una botella y la esconde para que nadie la encuentre.  
¿Cómo sería mi vida si no hubiese conocido a una persona tan pura, tan transparente y querida como Gina? 

1 comentario: