jueves, 11 de octubre de 2012



¡Una sonrisa lo vale todo!


A veces una sonrisa lo vale todo. Esta fotografía fue sacada por mi mejor amigo Bruno, que está haciendo su práctica de Arquitectura en Yogyakarta, Indonesia.
Mientras en nuestro mundo somos víctimas de nuestros propios avances y excesos, en muchos países, las personas nacen condenadas a vivir en la más absoluta pobreza sin tener la posibilidad de alcanzar sus sueños. Cientos de sueños rotos se desvanecen todos los días por nuestro injusto mundo.
A veces me pregunto si alguna vez nos paramos a pensar en esas personas como seres humanos que piensan, sufren y son como nosotros. Es inadmisible que en pleno siglo XXI, los países primer mondistas dejen de mirar la vida de estos niños.
Por triste que sea, estos pequeñitos se adaptan al mundo de los grandes. Van solitos por toda la parte y la conocen más que nadie.
Me pongo triste cuando los veo, niños sin infancia, que jamás vuelve. Como me gustaría ayudarlos, pero no puedo. Puedo ofrecerles algo de comer, colaborar con fundaciones, gente que en verdad se preocupa con ellos y ofrecerles la cosa más pura y verdadera, una sonrisa… 

1 comentario:

  1. Comprendo lo que dices... y estoy de acuerdo con las diferencias que apuntas entre los niños de "mundos distintos". Sin embargo, me parece que incluso dentro de esos mundos hay otros mundos. Pero, en general, esa sonrisa que propones siempre será la oferta más grande del mundo.

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